Nueva York

¿Cómo llegamos?

Al tratarse de la primera parte de nuestro viaje de novios, decidimos contratarlo todo a través de una agencia de viajes. Nosotros escogimos Viajes Iberia, y hemos quedado muy satisfechos, por lo que podríamos volver a acudir a ellos en un futuro.

Viajamos con American Airlines en un Boeing 767, así que el trayecto fue bastante cómodo. A nuestra llegada al JFK ya nos estaban esperando para recogernos y trasladarnos al hotel: el New York Helmsley, en el número 212 Este de la calle 42.

 

¿Dónde dormimos?

El New York Helmsley es un hotel de categoría primera superior, situado en la calle 42 entre la 2ª y la 3ª avenidas, muy cerca del edificio Chrysler. Nuestra habitación era muy amplia, con una cama muy grande y muy cómoda (de las mejores que hemos probado), dos sillones, una cómoda, un escritorio con su silla, un televisor de pantalla plana, una nevera (vacía), banco y armario empotrado (con caja de seguridad, plancha y tabla de planchar, además de dos batas-albornoces y una especie de taburete plegable para deshacer las maletas). Tiene dos teléfonos: uno en una de las mesitas de noche (donde también podéis encontrar una Biblia) y el otro en el baño, el cual está muy limpio y bien surtido.

A excepción del lobby, todo el hotel está enmoquetado, y ha sido rehabilitado hace poco. También dispone de bar y cafetería, pero nosotros no los utilizamos ya que preferimos hacer todas nuestras comidas fuera del hotel para aprovechar al máximo nuestro tiempo en la ciudad.

Además, cada mañana dejan ante la puerta de tu habitación un ejemplar del New York Times, y en la recepción siempre hay alguien que habla español (lo que facilita mucho las cosas para aquellos que no dominamos el inglés). También dispusimos de Internet gratuito, pero por lo que nos han dicho unos conocidos que han estado en el mismo hotel pero tres meses después que nosotros, actualmente el acceso a Internet es de pago, y ya no te dejan el ejemplar del New York Times (por lo visto, el hotel ha cambiado de dueño).

 

¿Dónde comimos?

Los restaurantes de comida rápida abundan en la ciudad, y realmente son la opción más económica (teniendo en cuenta que Nueva York es una ciudad bastante cara), pero pasar una semana a base de ensaladas, pasta, pizza y hamburguesas no es una opción que atraiga mucho. Nosotros estuvimos en marzo, y teniendo en cuenta que tuvimos temperaturas bajo cero, lluvia y granizo, nos apetecían lo que aquí llamamos "platos de cuchara". Lo malo es que encontrar un buen potaje de garbanzos resulta difícil (por no decir imposible), así que nos contentamos con el ramen de un restaurante japonés que podéis encontrar en el 159W de la calle 49 (entre la 6ª y la 7ª avenidas), de nombre Sapporo. Está regentado por japoneses, y casi siempre la mitad de las mesas estaba ocupada por turistas japoneses (lo que dice mucho de la comida que podéis encontrar). Realmente salimos muy satisfechos todas las veces que comimos allí, tanto por la cantidad, como por la calidad y el precio (¡nada abusivo!).

También son muy recomendables las hamburgueserías Jackson Hole, no sólo por la cantidad (¡son enormes!), sino por la calidad. Eso sí, mientras que en el Sapporo comer dos personas nos salía por unos 25 dólares más propina, en el Jackson Hole nos costó casi 50 dólares (contando ya la propina). Nosotros estuvimos en la 35 con la 3ª avenida, pero si visitáis su página web encontraréis todos sus establecimientos.

www.jacksonholeburgers.com/

También probamos los perritos calientes de los puestos ambulantes que encontraréis en casi cada esquina de la ciudad, pero fue más por no decir que no los habíamos probado (el olor que desprenden estos puestos no es agradable, y mucho menos apetitoso).

Otra recomendación es que probéis la famosa tarta de queso neoyorkina: ¡fabulosa! Nosotros la probamos en un restaurante cercano a Central Park (para merendar, aunque el resto de comensales ya estaba cenando...).

 

¿Qué ver?

La lista es inmensa, y os aseguramos que una semana se queda corta (muy corta). No os vamos a aburrir con todo lo que podéis llegar a ver y hacer, pero sí os recomendamos que compréis la New York Pass.

www.newyorkpass.com/languages/Es/?aid=12&gclid=CKis3J-Ns6oCFQ0KfAodyXiR-A

Como veréis, hay varias opciones: de 1, 2, 3 y 7 días. Nosotros compramos la tarjeta de 3 días, y la verdad es que se nos quedó corta, así que nuestra recomendación es que si váis a ir una semana, compréis la de 7 días. Hay multitud de lugares y actividades gratuitas con la New York Pass (Top of The Rock, Empire State Building, MoMa, Metropolitan, Estatua de la Libertad, Madame Tussauds... y un largo etcétera). Podéis ampliar la tarjeta comprando también los paquetes de autobús "Hop on - Hop off", con los que podéis hacer tours por el Downtown, Harlem, Brooklyn, etc. y utilizar dichos autobuses para moveros de un museo a otro (por ejemplo). Nosotros así lo hicimos, pero no lo recomendamos, la verdad, ya que la frecuencia de paso es más bien escasa (al final, acabábamos llegando a pie o en metro), y en el caso de los tours, el guía sólo habla inglés, así que si vuestro inglés no es muy fluido, nos os enteraréis de mucho.

 

¿Y las compras?

Teniendo en cuenta que con el cambio euro-dólar salimos ganando, tenéis que aprovechar al máximo. Nosotros llevamos ropa vieja en la maleta, y conforme la íbamos utilizando, la tirábamos. Así, a la vuelta nos trajimos la maleta llena pero con ropa nueva. En cuestión de ropa y calzado, encontraréis de todo, sólo tenéis que callejear (os recomendamos el SoHo, donde encontramos modelos de Levi's que aquí no se comercializan por 45 dólares). Mucha gente también va a Chinatown, pero allí sobre todo se encuentran imitaciones, así que id con cuidado.

En cuanto a outlets, nos recomendaron Century 21, en el 22 de la calle Cortlandt, pero no nos gustó nada. También está el Woodbury Common (al cual no fuimos), a una hora de Manhattan, así que tendréis que llegar en autobús o coche.

 

A tener en cuenta

No os olvidéis de tramitar el ESTA con suficiente antelación (máximo, 72 horas antes de la salida hacia Estados Unidos). Actualmente cobran 14 dólares, pero os servirá durante dos años (o hasta la caducidad del pasaporte si es inferior a dos años). Además, vuestro pasaporte debe tener una validez mínima de 6 meses.

También es recomendable llevar consigo un bolígrafo para cumplimentar la declaración de aduanas